sábado, 20 de septiembre de 2008

CORRUPCION, PORQUE EN ARGENTINA???

Introducción
tal vez, tomando lectura de estos conceptos, podamos tomar conciencia de porque hoy en nuestro país vivimos de la manera que lo hacemos y podamos contribuir desde nuestros lugares a terminar con esta anomia social.

Actualmente en muchos países la corrupción es vista como un asunto que merece urgente atención. Diversos elementos de la realidad latinoamericana y del mundo nos muestran que el fenómeno ha adquirido dimensiones preocupantes y que a su vez se han desarrollado múltiples acciones para luchar en contra de ella.
Las altas esferas de la política y los negocios a lo largo y ancho del mundo se han visto afectadas por escándalos muy importantes. Además las recurrentes acusaciones mutuas de corrupción entre los políticos no han cesado de aumentar, así como su conversión dudosa en "líderes naturales" de la lucha contra el fenómeno durante las jornadas electorales.
Nuevas leyes se han puesto en vigencia para castigar severamente las conductas tipificadas como corruptas. Inclusive se han creado entidades dedicadas exclusivamente a la lucha anticorrupción.
Los medios de comunicación brindan amplios espacios y un gran despliegue de las noticias relacionadas con la corrupción administrativa. Esta práctica se ha traducido en una enorme bibliografía sobre el tema, acumulada a lo largo de los últimos años.
Reuniones, foros y conferencias de académicos, funcionarios y hombres de negocios se han multiplicado para estudiar y combatir el fenómeno. Paralelamente desde la sociedad civil se han multiplicado las protestas, denuncias, reclamos y marchas en contra de la corrupción. La ética, sin duda alguna, ha cobrado una extraordinaria importancia como medio para enfrentar la inexistencia de valores comunes y la expansión de la corrupción administrativa.

En muchos países, hay un amplio sentimiento de que el servicio público ha perdido su función original, que muchos elementos dentro de él son corruptos, y que también lo son muchas de las empresas del sector privado que comercian con el Estado. El público ve a los funcionarios, y estos a su vez se ven a sí mismos, como un cuerpo no responsable ante la colectividad a quienes ellos han prometido servir.

Definición de corrupción aplicada al sector público

Se entiende por corrupción el fenómeno por medio del cual un funcionario público es impulsado a actuar de modo distinto a los estándares normativos del sistema, para favorecer intereses particulares a cambio de una recompensa. Corrupto es por lo tanto el comportamiento desviado de aquel que ocupa un papel en la estructura estatal.

La corrupción es un modo particular de ejercer influencia: influencia ilícita, ilegal e ilegítima. Esta se encuadra en referencia al funcionamiento de un sistema y, en particular, a su modo de tomar decisiones.

La corrupción administrativa, en especial en la actividad de las personas que, en sus cargos como funcionarios públicos, legisladores, o administradores, controla actividades o decisiones que afectan de una u otra manera a la comunidad, aunque la corrupción también existe y, en grado importante, en el sector privado.

Hay dos categorías muy diferentes de corrupción administrativa: la primera acontece cuando los actos corruptos se cometen "de acuerdo con las reglas" y la segunda cuando las operaciones se desarrollan "en contra de las reglas”.

En el primer caso, un funcionario está recibiendo un beneficio de parte de un particular por llevar a cabo algo que debe hacer, según lo dispone la ley. En el segundo caso, se cometen actos de corrupción para obtener servicios que el funcionario tiene prohibido proporcionar. La corrupción "de acuerdo con la ley y contra la ley" puede ocurrir a todos los niveles gubernamentales y oscila desde la "gran corrupción" hasta las más comunes y pequeñas formas en la escala de la misma.

En la práctica, los ciudadanos pueden ignorar las definiciones legales de la corrupción administrativa y la opinión pública puede juzgar al fenómeno desde una perspectiva distinta a la jurídica. Dicho de otra manera, si la opinión pública y las definiciones legales divergen de manera muy acentuada, es muy probable que los funcionarios públicos se sometan a los códigos prácticos de la sociedad y cometan actos de corrupción sin sentirse culpables.

Una tipología de la corrupción

Un estudio identificó las áreas de gobierno más vulnerables a la corrupción, y estableció una tipología básica de actos corruptos.

Según este estudio las áreas más afectadas por la corrupción son:
· Servicios públicos.
· Licitaciones y adquisiciones públicas.
· Recaudación de ingresos públicos (impuestos, aduanas)
· Nombramientos de funcionarios públicos.
· Administración de gobiernos locales.

Se encontraron muchas similitudes al momento de identificar y clasificar la tipología. Así se pudo establecer que ocurrían casos de:

Abuso de funciones

· Los funcionarios venden sus poderes discrecionales al mejor postor.
· Los funcionarios asignan los recursos y servicios de acuerdo a las ofertas recibidas.
· Los funcionarios viajan fuera o dentro del país y reclaman viáticos injustificados.

Comisiones y obsequios ilegales

· Los funcionarios cobran un porcentaje sobre los contratos del gobierno para adjudicarlos al mejor postor.
· Los funcionarios reciben atenciones especiales por parte de las personas interesadas en ser las adjudicatarias de contratos gubernamentales.

Contribuciones ilegales

· Los partidos políticos utilizan la perspectiva de alcanzar y perpetuarse en el poder para recaudar partidas importantes de empresas, a cambio de la no obstaculización de sus actividades o la asignación de contratos gubernamentales.
· Los funcionarios exigen contribuciones para facilitar la marcha de los trámites.

Evasión o fraude

· Evasión total o parcial de los impuestos: los particulares pagan a los funcionarios para que alteren las declaraciones de impuestos.
· Los particulares pagan a los funcionarios de aduanas para que no revisen las exportaciones e importaciones efectuadas.
· Los funcionarios de las oficinas de impuestos practican extorsión al amenazar a los contribuyentes con impuestos adicionales, a menos que les paguen sobornos.

Cohecho

· Soborno, seducción o corrupción de un juez o funcionario público.
· Los proveedores de servicios públicos exigen el pago de una cantidad determinada por acelerar los servicios o para prevenir demoras.
· Los funcionarios públicos cobran "rentas" a sus subordinados.
· Las autoridades de tránsito encargadas de hacer cumplir la ley, imponen multas a menos que les paguen sobornos.

Nepotismo

· Los funcionarios reparten cargos, prebendas y comisiones, entre sus parientes y amigos cercanos.
· Los funcionarios contratan con ellos mismos o sus allegados, a través de empresas ficticias, "socios" o "asesores".

Elementos que contribuyen al desarrollo de la corrupción

Se presentan a continuación los diversos factores que propician el desarrollo de la corrupción:

Coerción estatal

Se puede definir a un Estado como corrupto cuando la garantía de sumisión a las reglas se obtiene solamente a través de la fuerza o de incentivos materiales. Tal Estado carece de libertad (entendida como autogobierno) y de seguridad. Tampoco goza de una auténtica vida política en tanto no disfruta de un proceso político capaz de movilizar a las personas hacia una concepción homogénea del bien público.

Poder

Los funcionarios públicos ocupan una posición de poder frente a grupos privados, y algunos, dependiendo de su jerarquía, poseen mayor discreción que otros. Las prácticas patrimonialistas hacen de los empleos públicos obvias invitaciones a la corrupción, ya que antes del surgimiento de burocracias estatales, los puestos se vendían y compraban de acuerdo a las necesidades del Estado y los deseos de los particulares. Aquel que ocupaba un puesto poseía amplios poderes discrecionales y administraba la cuestión pública de acuerdo a sus intereses.

Burocracia

La sistemática sustitución de empleados públicos elegidos meritocráticamente por otros escogidos de manera clientelar, es un elemento que degenera los principios de las burocracias estructuradas. Además, la excesiva centralización de funciones y toma de decisiones impide el desarrollo de una gestión pública eficiente y ágil, acorde con los rápidos cambios sociales acaecidos en los últimos años.

Ley y justicia

El sistema legal puede contribuir a la corrupción de diversas maneras. En el caso de los países donde la rigidez y el formalismo de la ley son característicos, la corrupción es con frecuencia la única vía posible para acceder al sistema de justicia. Muchos son los procedimientos necesarios y demasiado el tiempo que demandan. Las soluciones en este punto son dos: cambiar el sistema o entrar a negociar con él. La última no es mala a priori, pero sin duda lleva a la corrupción.

Una falsa noción de "eficiencia"

Algunos investigadores opinan que el soborno representa simplemente la operación de las fuerzas del mercado dentro de los programas estatales y que, dada la necesidad de que el mercado sea eficiente, los sobornos deberían tolerarse. Esta observación es inaceptable.

Los programas públicos pueden verse afectados de manera negativa si los funcionarios gubernamentales asignan los recursos escasos al licitante que ha pagado el soborno más alto, y no al más competitivo.

Por otra parte, los sobornos inducen a los funcionarios a generar condiciones artificiales de escasez, lentitud y trámites innecesarios para presionar por su pago.

Los costos reales de una operación, entre el Estado y particulares, de una prestación de servicios, de la adjudicación y de la ejecución de una obra de infraestructura se pueden ver completamente alterados por los efectos de la corrupción e inclusive han llegado a ocurrir casos en que los costos generados por el fenómeno han superado el costo real del proyecto.

La corrupción, lejos de "lubricar" al sistema, termina por generar costos excesivos que benefician a pocos y afectan negativamente al conjunto en su totalidad: "la mejor decisión individual es la peor grupal".

Inequidad

Generalmente se ha afirmado que la inequidad es un factor que contribuye a la corrupción. Este argumento es mucho más válido en países menos desarrollados, en los cuales la redistribución del bienestar y, consecuentemente los derechos universales, son casi inexistentes para la masa. La corrupción suministra, en apariencia, cierta garantía de acceso a aquellos derechos, a través de la "compra" de servicios y productos que el Estado debería proveer y el desarrollo de actividades informales.

Sin embargo, a largo plazo, la corrupción deslegitima al Estado y no genera una redistribución equitativa de los recursos públicos, ya que tiende a beneficiar, en buena parte, a los grupos que poseen el poder, el dinero y la influencia suficientes para afectar las decisiones estatales importantes.

Escasez de recursos

La corrupción generada por la escasez puede ocurrir por dos motivos: con el objetivo de alterar la asignación de recursos limitados, desde la perspectiva de un particular y, para completar los ingresos obtenidos, desde la perspectiva de un funcionario público de baja jerarquía.

La tolerancia del sector político y de la opinión pública frente a la corrupción

La relevancia que la sociedad, la prensa y la élite concedan a la corrupción determina en cierto grado el desarrollo de ésta.

Industrialización, emigración y modernización

Con la industrialización, la rápida inmigración hacia las grandes ciudades ha sido una constante. El antiguo campesino, al convertirse en un inmigrante en la sociedad urbana, busca perpetuar las relaciones humanas que él conoce: la amistad, la familia, y, gradualmente, las de la comunidad. La corrupción surge porque con este tipo de inmigraciones, los valores de las diferentes comunidades divergen entre sí, y entre ellas el proceso de comunicación e integración es lento (muchas veces ni siquiera sucede). Los cambios rápidos siempre crean problemas y los procesos de adaptación con frecuencia son prolongados en el tiempo y el espacio. En estas circunstancias, la corrupción se convierte en un mecanismo que posibilita la sobrevivencia de los más débiles a través de una comunicación e integración distorsionadas.

6 comentarios:

Susa Baz dijo...

Hola Fernando,
Como siempre, tus escritos no pueden pasarse por alto, es una perfecta reseña de los casos de corrupción que podemos encontrar, cabe mencionar, no solo en la Argentina, es bueno tenerlos presentes, aunque lo cierto es que los ciudadanos del común de la sociedad podemos individualizarlos, escuchamos a menudo denuncias públicas e insistentes sobre el tema, creo que la sociedad Argentina tal vez sea la que mejor conocimiento tiene de los hechos corruptos.
A la pregunta: ¿porqué en Argentina? yo respondería que es todo consecuencia del ejemplo, en educación y en la familia solemos decir que se educa con el ejemplo, y si para el caso tenemos un estado sospechado en todos sus frentes de corrupto, que es denunciado insistentemente y con las pruebas apabullantes en su contra, vemos que salen siempre triunfantes, el mensaje que se dirige al pueblo es que, cuán más pícaro seas, más oportunidades de mejorar tenés, lamentablemente las malas mañas prenden más rápido que las buenas costumbres.
Como si fuera poco, hemos creado, tal vez por esta misma razón, a una sociedad conformista, que repudia, desde lo bajo y se queda siempre con el malestar por dentro de la impunidad, una sociedad que cansada de no ser escuchada y estafada insistentemente termina haciendo suyo el mensaje de NO TE METÁS, hacé la tuya, promoviendo más la generación de una sociedad indiferente, carente de compromiso social y republicano, todo lo cual termina al final ahondando aún más las situaciones de corrupción extremas que padece no solo nuestra política sino nuestra sociedad misma.
Se necesita rescatar a nuestra sociedad, regresarle los valores perdidos y demostrarle además, que una nueva Argentina puede ser posible, pero no lo será con su ausentismo, su silencio, su indiferencia y su descreimiento, ante todo ese cuadro de desesperanza se demanda valentía para hacer realidad el cambio social y político y compromiso insistente en sostenerlo.

Susa Baz dijo...

Hola Fernando,
Como siempre, tus escritos no pueden pasarse por alto, es una perfecta reseña de los casos de corrupción que podemos encontrar, cabe mencionar, no solo en la Argentina, es bueno tenerlos presentes, aunque lo cierto es que los ciudadanos del común de la sociedad podemos individualizarlos, escuchamos a menudo denuncias públicas e insistentes sobre el tema, creo que la sociedad Argentina tal vez sea la que mejor conocimiento tiene de los hechos corruptos.
A la pregunta: ¿porqué en Argentina? yo respondería que es todo consecuencia del ejemplo, en educación y en la familia solemos decir que se educa con el ejemplo, y si para el caso tenemos un estado sospechado en todos sus frentes de corrupto, que es denunciado insistentemente y con las pruebas apabullantes en su contra, vemos que salen siempre triunfantes, el mensaje que se dirige al pueblo es que, cuán más pícaro seas, más oportunidades de mejorar tenés, lamentablemente las malas mañas prenden más rápido que las buenas costumbres.
Como si fuera poco, hemos creado, tal vez por esta misma razón, a una sociedad conformista, que repudia, desde lo bajo y se queda siempre con el malestar por dentro de la impunidad, una sociedad que cansada de no ser escuchada y estafada insistentemente termina haciendo suyo el mensaje de NO TE METÁS, hacé la tuya, promoviendo más la generación de una sociedad indiferente, carente de compromiso social y republicano, todo lo cual termina al final ahondando aún más las situaciones de corrupción extremas que padece no solo nuestra política sino nuestra sociedad misma.
Se necesita rescatar a nuestra sociedad, regresarle los valores perdidos y demostrarle además, que una nueva Argentina puede ser posible, pero no lo será con su ausentismo, su silencio, su indiferencia y su descreimiento, ante todo ese cuadro de desesperanza se demanda valentía para hacer realidad el cambio social y político y compromiso insistente en sostenerlo.

ESTRELLA dijo...

LA PALABRA CORRUPCIÓN, LLEVA IMPLÍCITA LA CARACTERÍSTICA y BASE DEL ACTUAL GOBIERNO, DESTRUCTOR SISTEMÁTICO DEL ESTADO NACIONAL. UN MAL REFERENTE PARA SEGUIR.
PERO ES SU LÓGICA DE EXISTENCIA... EL CONFLICTO PERMANENTE.

Susa Baz dijo...

Como siempre, un caudal valioso de información tus publicaciones Fer.
La tipificación nos permite poder hablar con propiedad, puesto que creo que hoy, los argentinos somos especialistas en detectar hechos corruptos en toda esfera de gobierno y social.
En educación y en la familia, solemos decir que se educa con el ejemplo.
Lamentablemente en Argentina, los ejemplos que tenemos como sociedad son la corrupción en todas las esferas del quehacer político, y la enseñanaza además de que, con la corrupción podés lograr poder, fortuna, buena vida y lo más peligroso, impunidad.
Ese mensaje desalentador para cualquier sociedad que se precie de honesta, resta valores éticos y promueve la desviación social hacia estados de profundización de dichos actos.
Vos preguntás ¿porqué en Argentina?
Es conveniente tener en cuenta que la corrupción no es privativa de nuestra sociedad, lo que si nos atañe es el hecho de que la misma está en crecimiento al punto de que llega a ser absolutamente repudiable.
Sabemos que la corrupción existe, lamentablemente, cuando la sociedad aprende a lidiar con cierto grado de corrupción, no nos percatamos que estamos abriendo la puerta para su ingreso pleno, es asi que, la dirigencia política y empresarial particularmente, suelen ser quienes, conociendo el juego de la corrupción deciden el nivel de la misma en sus espacios de poder; en este sentido, a mayor poder, mayor tentación y por ende, mayor disposición a ser benefactores de ese tipo de hechos.
Necesitamos líderes que nos permitan creer en que podemos recuperar a la Argentina perdida, que promuevan la reconstrucción del ser nacional, del sujeto argentino.
Llegados a este estado de situación lamentable, necesitamos guías que nos permitan rescatar los valores sociales, humanos, familiares y principalmente REPUBLICANOS.
Si logramos identificar eso, estaremos nuevamente en proceso de recuperación de nuestra República Argentina, aunque pensar en que se puede eliminar la corrupción, creo que es algo utópico, aunque, si la sociedad se compromete en su vigilancia ciudadana y logran espacios a través de los cuales denunciar, ser escuchados, que se investiguen y se juzguen con celeridad, tal vez podremos pensar en algún cambio positivo y a largo plazo, pero... me pregunto si esta sociedad, que, a causa de esos malos ejemplos a decidido hacer la suya, convirtiéndose en absolutamente individualista se comprometería en un proyecto que los incluya...
Me pregunto si los argentinos tenemos voluntad de corregir todo y comenzar en serio...
Veremos si en principio somos capaces de producir el cambio político para demandar a continuación la corrección de las desviaciones que este gobierno nos ha legado, pero la corrupción Fernando, la corrupción es un estado insano que nos compete a todos, erradicarlo, comienza con la asunción de responsabilidades ciudadanas.
Un abrazo.

Susa Baz dijo...

Como siempre, un caudal valioso de información tus publicaciones Fer.
La tipificación nos permite poder hablar con propiedad, puesto que creo que hoy, los argentinos somos especialistas en detectar hechos corruptos en toda esfera de gobierno y social.
En educación y en la familia, solemos decir que se educa con el ejemplo.
Lamentablemente en Argentina, los ejemplos que tenemos como sociedad son la corrupción en todas las esferas del quehacer político, y la enseñanaza además de que, con la corrupción podés lograr poder, fortuna, buena vida y lo más peligroso, impunidad.
Ese mensaje desalentador para cualquier sociedad que se precie de honesta, resta valores éticos y promueve la desviación social hacia estados de profundización de dichos actos.
Vos preguntás ¿porqué en Argentina?
Es conveniente tener en cuenta que la corrupción no es privativa de nuestra sociedad, lo que si nos atañe es el hecho de que la misma está en crecimiento al punto de que llega a ser absolutamente repudiable.
Sabemos que la corrupción existe, lamentablemente, cuando la sociedad aprende a lidiar con cierto grado de corrupción, no nos percatamos que estamos abriendo la puerta para su ingreso pleno, es asi que, la dirigencia política y empresarial particularmente, suelen ser quienes, conociendo el juego de la corrupción deciden el nivel de la misma en sus espacios de poder; en este sentido, a mayor poder, mayor tentación y por ende, mayor disposición a ser benefactores de ese tipo de hechos.
Necesitamos líderes que nos permitan creer en que podemos recuperar a la Argentina perdida, que promuevan la reconstrucción del ser nacional, del sujeto argentino.
Llegados a este estado de situación lamentable, necesitamos guías que nos permitan rescatar los valores sociales, humanos, familiares y principalmente REPUBLICANOS.
Si logramos identificar eso, estaremos nuevamente en proceso de recuperación de nuestra República Argentina, aunque pensar en que se puede eliminar la corrupción, creo que es algo utópico, aunque, si la sociedad se compromete en su vigilancia ciudadana y logran espacios a través de los cuales denunciar, ser escuchados, que se investiguen y se juzguen con celeridad, tal vez podremos pensar en algún cambio positivo y a largo plazo, pero... me pregunto si esta sociedad, que, a causa de esos malos ejemplos a decidido hacer la suya, convirtiéndose en absolutamente individualista se comprometería en un proyecto que los incluya...
Me pregunto si los argentinos tenemos voluntad de corregir todo y comenzar en serio...
Veremos si en principio somos capaces de producir el cambio político para demandar a continuación la corrección de las desviaciones que este gobierno nos ha legado, pero la corrupción Fernando, la corrupción es un estado insano que nos compete a todos, erradicarlo, comienza con la asunción de responsabilidades ciudadanas.
Un abrazo.

Braulio Ernesto dijo...

Cuanta verdad FERNANDO en lo que escribís, que cierto pero que lejos estamos de poder revertirlo, mira si estamos lejos que yo estoy declarando como testigo en el tribunal federal numero 10 del Dr. Bonadio (creo se escribe asi) por el robo de una pinza, un alicate y el corte de cable troncal de red, en mi trabajo la H.C.D.N., el gasto y el tiempo que le lleva a la justicia cuando hay cosas mas importantes, pero es así para las estadísticas sirve.
En mi ciudad San Pedro me canse de retirar a mi hijo de la comisaria por andar en skype, pero los menores chorros ni los tocan por como revuelven todo las flias y uno va con la vergüenza del caso, pero para la estadísticas sirve y todo así, creo que va a ser difícil y fíjate que bajito que vuelan los ejemplos que llevados mas arriba es tremendo....un abrazo AMIGO y espero que sirva mi comentario.